miércoles, 21 de octubre de 2015

Los malos referentes de la supervivencia


Viendo alguna serie de televisión sobre supervivencia, me he llegado a preguntar si lo que hace tanto Bear Grylls como Les Stroud sirve para algo o sólo para vender productos para el campismo de la marca TAL o la marca CUAL, que nos quedan muy chulos y nos cuestan bastante y no nos hacen tan guapos ni más expertos que estos dos chicos.
Recuerdo que en un capítulo Bear mataba a un jabalí por los bosques de Moldavia o por ahí y sólo le pegaba dos bocados al jamón que había asado... ya que otras veces comes bichos con mucho aporte de proteínas y nada de calorias ¡aprovechate! 
Les Stroud me parecía más serio, pero cuando vi que también vendía gadgets para el survivalismo salvaje,me quede de piedra. Pensé que este tipo era más "natural" que el otro,  pero evidentemente detrás de él hay un equipo de televisión  que también lo cuida y protege.
No voy a entrar aquí en la discusión de que si son escenas con mayor o menor realismo, de que si se juegan el tipo, de que es instructivo, que si sirven para enseñar técnicas o simplemente se van de excursión a un sitio paradisíaco ellos y todo el equipo de producción.
Si seguimos viendo las series, nos entran serias dudas de lo que hacen, evidentemente ciertas cosas la gente sensata no las haría, barranquismo extremo, comer bichos y otras cosas; por otro lado ciertas técnicas que usan o se las hacen usar, son interesantes y en algún momento nos podrían servir como refugios, campamento de circunstancia, alguna balsa, algún elemento hecho con palos, etc.
Tras ver los diferentes capítulos, y ver esos espacios naturales, dan ganas de quedarse en esas selvas tropicales, en esos bosques del norte, en esas islas desiertas, que con un equipo medio regular, y gran ingenio, te las arreglas para estar en la naturaleza y que no te moleste nadie. Nos dejamos de lado los lugares extremos como polos, desiertos y altas montañas. Teniendo un río cerca, madera y ramas para el refugio y fuego, algo de cuerda para alguna que otra trampa, algún arte de pesca, te preguntas: ¿Para que quiero yo que me salven, o para que quiero volver a la civilización a pelear por la hipoteca del banco?
Todo esto sería maravilloso, pero detrás de nosotros no hay un equipo de producción, ni vivimos en un entorno maravilloso, si estamos en un pueblo, o cerca del campo, tenemos ciertas ventajas, frente a la gente de ciudad, pero eso no quita que después de una salida, con amig@s  o con la familia, a la naturaleza, tengamos que volver a la jungla de asfalto, a la camisa y corbata, a las montañas de papeles de la oficina o a los quehaceres que nos correspondan. Menos mal que el soñar o el planear la próxima salida nos da fuerzas para poder desconectar de todo lo que no nos gusta y disfrutar de verdad en un entorno que nos hace sentir libres, sin necesidad de jugarse tontamente el tipo como hacen más de un protagonista de este tipo de programas.



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