domingo, 28 de febrero de 2016

Un Elemento Necesario: El Fuego


Si nos encontrásemos en una situación de supervivencia o bien de campismo en alguna zona fría, la vida propia y de las personas que nos puedan estar acompañando, quizás estén dependiendo de la capacidad y elementos que tengamos para iniciar, encender y mantener una hoguera. 
No tenemos que ser extremistas, puesto que es necesario un fuego para secarnos las ropas (en el caso de tenerlas mojadas) y a nosotros mismos, ademas de calentarnos, hacer señales para los equipos de rescate y cocinar, así como para llevar a ebullición el agua que recolectemos para eliminar los posibles gérmenes y parásitos que pueda contener así como los que quizás contengan nuestros alimentos.

Unos elementos imprescindibles que deberíamos llevar siempre en nuestra mochila o bolsa y especialmente si vamos a atravesar alguna zona deshabitada, serian un mechero y/o cerillas en un recipiente impermeable, es importante que llevemos también los rascadores, también seria necesario que las cerillas se mantengan secas cubriendo su cabeza o con esmalte de uñas o bien con parafina. De esta manera si queremos que nuestras posibilidades de sobrevivir aumenten deberemos hacer lo que hemos dicho con anterioridad y así no tendremos que preocuparnos de hacer fuego con medios más o menos improvisados. Es necesario recordar que el fuego se puede convertir en nuestro enemigo muy potente, si no lo podemos controlar. Así pues, sería conveniente tener a nuestra disposición algún medio para apagar o mitigar rápidamente un posible conato de incendio. Un elemento muy útil podría ser un recipiente  lleno de tierra  o  agua, próximo a nosotros para esta eventualidad.

Como preparar, encender y mantener un fuego
Antes de nada debemos decidir donde situaremos la fogata, manteniendo nuestra atención al viento y a la vegetación circundante, prepararemos el lugar mediante la eliminación de ramas, hierbas, etc. Sería una buena idea excavar un hoyo de unos 10 ó 15 cm. y rodearlo con piedras para alojar en él la hoguera. Cuando desmontemos el campamento, procuraremos tapar las cenizas y los restos que puedan quedar con la tierra que hemos sacado, apartaremos las piedras que rodeaban a la hoguera, las pondremos donde las hayamos cogido y procuraremos dejar todo de manera que nadie pueda notar nuestra presencia en el lugar donde habremos montado el campamento. (Esta forma de proceder se tendría que seguir tanto si hacemos fuego como si no lo encendemos).
El material combustible que debemos buscar: principalmente ramas secas de diferentes grosores, las más menudas para encenderlo y las más gruesas para mantenerlo encendido. Por supuesto en zonas arbóreas no será muy difícil encontrar y con tiempo seco. Tendremos en cuenta que las crecidas acumulan ramas en las orillas de los ríos y en ocasiones las convierten en un auténtico filón, además de encontrarlas también en los barrancos secos. 

Normalmente las ramas más bajas de los árboles están, con bastante frecuencia, secas y se rompen con facilidad. Si nos encontrásemos con un tiempo húmedo, entonces deberíamos buscar en las oquedades de los troncos secos, puesto que tal vez nos proporcionaran madera podrida que arde bien, en zonas resguardadas al lado de rocas, caminos, grutas. Si no ha llovido demasiado, quizá logremos madera seca simplemente descortezando las ramas húmedas. Si no, tendremos que coger las ramas gruesas y cortarlas en pedazos longitudinales para aprovechas las astillas secas que obtengamos. Pondremos la madera húmeda a secar cerca del fuego.
Para prender el fuego usaremos al principio leña más fina que dispondremos con ayuda de una roca o un tronco para que el aire circule bien y se inflame rápido. Por encima de la leña fina la iremos añadiendo más gruesa. Si no disponemos de suficiente leña fina podemos hacer astillas la más gruesa con ayuda de nuestro cuchillo. También podemos rodear la hoguera con un pequeño muro de piedra, que servirá para concentrar el calor (reflector), para servir de soporte a los utensilios de cocina, para proteger del viento las llamas y mejorar la seguridad del fuego. Podemos construir el parapeto con troncos en vez de piedra, pero deberemos separarlo unos 80 cm. para evitar que pueda arder.
El tipo de madera influye en su uso, así tenemos para calentarnos: fresno, abeto, manzano, avellano. Todas estas tienen una combustión rápida producen chispas, producen un calor intenso. Lo malo de estas maderas es que se consumen enseguida y dejan ceniza sin rescoldo. No las recomendamos para cocinar. Para esto último tenemos el haya, roble, nogal, etc. Estas maderas duras arden lentamente dejando brasas. Lo cierto es que son ideales para guisar y preparar al fuego diferentes alimentos. Otras maderas que no son muy recomendables para hacer fuego, serian de pino, endrino, bambú, castaño, álamo, etc. No combustionan bien y  ahuman demasiado.
En la base habremos puesto la "yesca", que es el material inflamable que encenderemos. Consistirá en hojarasca, hierba seca, ramitas resinosas de pinos, sus hojas o agujas, su resina. La madera podrida es una buena yesca en tiempo húmedo, pues suele ser fácil arrancar las partes externas de los troncos para alcanzar las zonas interiores secas. Algunos frutos secos, como las nueces, poseen un aceite que les hace inflamables y arden lentamente. Especialmente útil es la corteza de abedul cortada en tiras, pues se inflama rápido, y arde despacio y con buena llama. Se puede, incluso, hacer una antorcha improvisada enrollando una tira de corteza a una vara.
En los lugares donde no hay leña el hombre recurre a otro tipo de combustibles. En los desiertos se queman los excrementos de los camellos; y en las zonas polares, la grasa de las focas y otros animales. En las playas las algas secas también constituyen un combustible excelente.
Iniciar el Fuego
Saber encender fuego sin los elementos habituales (cerillas, mecheros, etc.), es una habilidad que deberíamos practicar por nuestra propia supervivencia. Métodos y útiles existen muchos, pero os vamos a recomendar solo aquellos que hemos probado con cierto éxito. Debemos tener preparada suficiente yesca (hierba seca, hojarasca, etc. bien compactada para que la brasa se pueda propagar con facilidad) y leña fina y seca para no desperdiciar la llama. Suele ser efectivo soplar suavemente cuando aparece el primer brillo del fuego para avivar la llama.
Los métodos para iniciar un fuego pueden ser los siguientes, si contamos con estos elementos y dependiendo de la climatología:
Las lentes: Una lupa o las lentes de una cámara fotográfica, los prismáticos o determinadas gafas son un medio muy efectivo para encender un fuego, pero no nos servirá si no hay sol. Prepara primero una buena yesca que prenda con facilidad y apunta hacia ellas el puntito de luz.
Pedernal y Acero: Es un buen sistema que funciona en cualquier circunstancia. Si no disponemos de pedernal podemos probar con una piedra dura (Hay que probar hasta que encontremos una que desprenda buenas chispas, y entonces guardarla para otras ocasiones). Sostendremos el pedernal cerca de la yesca y lo golpearemos con un trozo de acero, como puede ser la hoja de un cuchillo, tratando de dirigir las chispas a la yesca.
Arco de rodamiento indio: Es un conocido sistema de fricción de aire muy aventurero, pero si no sabemos escoger la madera que vamos a usar lo más probable es que no logremos encender el fuego. Consiste en girar rápidamente una vara con ayuda de un arco sobre otro trozo de madera. Construiremos el arco con una rama flexible y un cordón (de los zapatos, mochila, anorak, etc.).
Si queremos que el método funcione debemos frotar madera blanda contra madera dura. En cualquier sistema de fricción de madera, si obtenemos un polvillo negro, como de carbón, habremos acertado con la madera adecuada, en cambio, si obtenemos un polvo basto y arenoso, desechémosla y busquemos otra.
Cuando empiece a salir humo se añade la yesca bien compactada para que la brasa se propague con facilidad y se sopla con suavidad mientras se continúa frotando para lograr una llama.
Otros métodos: Podemos emplear una batería para hacer chispas uniendo los cables de ambos polos. También, en teoría, es posible fabricar una lente con un pedazo de hielo que labraremos con el cuchillo y terminaremos dando forma con las concavidades de las manos. Aunque si el frío es intenso el riesgo de congelación de nuestras manos puede ser demasiado alto. También es posible usar un objeto cóncavo (el culo de una botella, por ejemplo) para hacer la lente, vertiendo agua sobre él y dejando que se congele. Si hacemos dos, podemos pegarlos con un poco de agua que, si el frío es intenso, se congelará enseguida.
En ocasiones, echar unas gotas de gasolina o alcohol sobre la yesca puede facilitar la inflamación, pero que no se empape completamente. Si se usa gasolina u otro combustible en un recipiente para calentarnos, hay que tener en cuenta que existe un riesgo potencial de accidente. Nunca se debe añadir más combustible hasta que la llama se haya apagado y el recipiente se enfríe.
Fuegos para cocinar: Para cocinar es mejor una hoguera pequeña, que consume menos leña y es fácil de mantener. Siempre es más práctico cocinar sobre las brasas que sobre la llama. Podemos construir un hogar que nos servirá para poner la cazuela haciendo un pequeño fuego entre dos troncos, dos piedras, etc. Si nuestra cazuela tiene un asa como la de los cubos podemos sujetarla sobre el fuego con una "grúa" improvisada con una rama inclinada sujeta entre unas piedras y otra rama que funcionara como "percha". 
Otro truco importante es el cocinar sobre piedras calientes. Para ello, las calentaremos sobre la hoguera y aprovecharemos el calor por ellas retenido para cocinar. Sustituye a una plancha, y por ello podremos asar por contacto directo.
Resumiremos los consejos más importantes de esta entrada en el blog:
1.- Para saber distinguir entre la madera ideal para cocinar, esto es calor duradero y la ideal para dar calor rápido, deberemos recordar que: la madera dura arde lentamente y la blanda mas rápido.
2.- La yesca ha de estar muy seca para que sea efectiva. Si esta húmeda la podemos secar guardándola en algún bolsillo interior, contra el cuerpo.
3.- Un parapeto nos proporcionara refracción del calor hacia donde deseemos y protegerá la hoguera del viento.
4.- El fuego en fosos (agujeros naturales o practicados en el suelo), son más seguros, proporcionan más calor para cocinar, son más discretos, más resguardados del viento y más fáciles de apagar. Para ello, practicaremos el fuego de la misma manera que a nivel del suelo. No es necesaria ninguna maniobra adicional. Quizás abanicar con algún elemento al comienzo del fuego para proporcionar mayor aporte de oxigeno.
5.- Si necesitamos calentar ropa, lo haremos separándola convenientemente, pues corremos el peligro de dañarla con chispas o simplemente quemarla.

Sólo nos queda por decir que el fuego es necesario y que se extreme la vigilancia y las medidas de seguridad cuando lo hagamos, puesto que en muchas épocas del año esta prohibido encender ningún tipo de fuego fuera de los espacios acotados y preparados.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Nuevo Canal en YouTube

Queridos seguidores de nuestro blog de supervivencia, campismo y bushcraft SURVIVAL ELEMENTS, queremos anunciaros que tenemos un canal en YouTube donde iremos colgando vídeos de revisiones de materiales y de alguna que otra salida a la naturaleza, ademas de ciertas técnicas que os mostraremos por aquí y en el canal.
Si hacéis "Click" en el anterior enlace podréis acceder directamente al canal en YouTube y ahí podréis suscribiros para estar al tanto de los vídeos de esta temática que sabemos que os gusta y tener la oportunidad de descubrir productos, técnicas y lugares de nuestras salidas. 
Además os dejamos en esta entrada el vídeo de presentación del canal.
Muchas gracias y manteneros a la escucha...

domingo, 15 de noviembre de 2015

Cuchillos CIMA Serie G

Siguiendo con los cuchillos CIMA en esta ocasión os vamos a presentar algunos de la  serie G, con la misma o mejor calidad en los aceros de la serie 1 y con unos acabados y diseños muy atractivos.
Realmente a sido todo una grata sorpresa el descubrimiento esta marca para nosotros y lo más sorprendente su relación calidad/ precio, estando a la altura de cualquier otra marca de filos para la supervivencia con características parecidas.
Sin más os presentamos estas herramientas para nuestras salidas.
CIMA G05

Este cuchillo CIMA esta pensado para ser usado en la naturaleza, de camping, en escaladas, es decir, para la aventura.
Esta fabricado con acero D2, my duradero y resistente, podemos decir que su dureza llega a 62HRC y puede soportar un trabajo duro bastante tiempo. Debido a un tratamiento de calentado y enfriado, le dan una templanza al acero de este filo para que su dureza aguante mucho tiempo y nunca se debilite con las tareas que realicemos con él. Puesto que es resistente a la corrosión, se puede usar en diferentes condiciones y ambientes, cuenta con un saliente rompeventanas por el que se le puede pasar un cordón fiador y su funda de transporte esta hecha en Kydex, bastante resistente, con pinza de sujeción para el cinturón.





ficha técnica:
Mango: G10  
Hoja: Acero D2
Resistencia:  62 HRC. 
Color: Negro. 
Filo: Liso. 
Longitud Total: 22,8 cm. 
Longitud de la Hoja: 9,8 cm. 
Longitud del Mango: 13 cm. 
Peso: 260 gr.

CIMA G07


El filo del CIMA G07 esta fabricado en acero 9Cr18MoV de filo liso (aunque existe otro cuchillo con parte del filo serrado), lo que le proporciona una gran resistencia, perfecto para la supervivencia, el campismo y el bushcraft en la naturaleza. La hoja hecha con la aleación  9Cr18MoV, está muy afilada y es bastante resistente al uso. Además el metal tiene proceso de lavado en piedras y de calentamiento/enfriamiento del metal para su templanza, todo ello le proporciona una dureza que llega al nivel 62HRC. El mango del cuchillo esta fabricado en G10 que le da dureza, resistencia a la corrosión y aislamiento de la humedad y de otros elementos, infatigable al uso. Además el diseño en forma de pez del mango, le hace que sea antideslizante y muy original. Sería una buena elección para salidas a la naturaleza y para la supervivencia, en todas sus variantes. El mango también posee un final para ser usado como rompe cocos, así como para incorporarle un cordón fiador. Esta herramienta viene con una funda realizada en Kydex, con un clip de presión para llevarlo agarrado al cinturón durante nuestras salidas a la naturaleza. 

ficha técnica:
Mango:  G10  
Hoja: Acero 9Cr18MOV
Resistencia:  62 HRC. 
Color: Negro. 
Filo: Liso. 
Longitud Total: 21,6 cm. 
Longitud de la Hoja: 9,6 cm. 
Longitud del Mango: 12 cm. 
Peso: 200 gr.



CIMA G08

El acero utilizado para la manufactura de este contundente filo, pero ligero a su vez, es D2, para un uso de extrema dureza en exteriores, salidas a la naturaleza, campismo, senderismo, bushcraft y supervivencia.
Es un cuchillo muy afilado y este resiste un trabajo extremo, debido  al  proceso de enfriado/calentado para templar el acero que se usa en este cuchillo, le da una dureza que llega a sobrepasar el grado 62HRC, llegando a los 5 mm. de grosor en su parte superior, lo que le da resistencia para batonear con él.
Cuenta con un una empuñadura realizada en G10 que le proporciona bastante agarre, lo protege contra la corrosión y es un material que resiste muy bien el uso continuo.
El diseño de este cuchillo le configura unas formas muy bonitas, artisticas y es muy usable. Lo encontramos con un filo color gris y en otro plateado.
El mango cuenta con un agujero para pasarle un cordón fiador, pero no cuenta con rompeventanas. También cuenta con un marcado para que sea antideslizante para que no nos preocupemos de que se nos pueda resbalar.
Su funda esta fabricada con Kydex de 2 mm., con resistencia a la humedad, al calor y a las más duras condiciones de uso.
Es sin duda una gran elección, ya que se trata del "buque insignia" de la casa CIMA, para nuestras salidas al campo, travesias por la naturaleza, el bushcraft y para la supervivencia.

ficha técnica:
Mango:  G10 Antideslizante.
Hoja: Acero D2 
Resistencia:  62 HRC. 
Color: Gris, Plateado. 
Filo: Liso. 
Longitud Total:  20 cm. 
Longitud de la Hoja: 9,4 cm. 
Longitud del Mango: 10,6 cm.
Peso: 150 gr.

Aquí tenéis un vídeo de CHRISRJONES974 donde se puede ver en acción el cuchillo CIMA G07, siguen sin estar pelando una manzana precisamente. 


Si estáis interesados en la adquisición de estos cuchillos tan interesantes, a unos precios más que asequibles y con una dureza y resistencia como cualquier otro, os dejo unos links donde los encontraréis: 
CIMA G 05 
CIMA G 07 
CIMA G 08 Plateado 
CIMA G 08 Gris
En próximas entradas seguiremos hablando de CIMA como marca cuchillos, de otros modelos que nos nos gustan tanto por su diseño, pero si por sus calidades, que nos encantan, puesto que las que presentan son también excepcionales a unos precios razonables y asequibles, por lo tanto la relación calidad/precio es bastante buena y nada despreciable.

domingo, 8 de noviembre de 2015

¿Por qué Refugiarnos?


La función principal que tiene un refugio es el de protegernos de los peligros que puedan surgir en la naturaleza y de sus inclemencias, bien sea lluvia, viento, nieve o el propio Sol o nos puede proteger de los ataques de ciertos animales en su medio natural. 
Por otra parte, un calor extremo puede producir un síncope o quizás un golpe de calor; por el contrario, el exceso de frío nos puede producir alguna hipotermia y/o congelaciones. 
En las zonas pantanosas es posible que los mosquitos nos produzcan bastantes picaduras y si nos mojamos mientras dormimos podemos padecer una pulmonía, aparte de la incomodidad por las ropas húmedas, la falta de descanso y el golpe contra la moral que nos derrumbaría y en cierto modo nos hundiría.
El refugio bien hecho, además de protegernos de todo lo anterior, proporciona cierta comodidad, seguridad y nos refuerza de manera psicológica. 
Lo que construyamos para refugiarnos dependerá de nuestras necesidades del momento, del tiempo que vamos a permanecer en ese lugar y de las herramientas que dispongamos. Tendríamos que incluir siempre en nuestro equipo: una buena navaja táctica, un cuchillo para bushcraft y un tarp, un poncho o una lona de rafia de 2x2 metros, más o menos, que ocupan poco, son ligeros y nos proporciona un techo impermeable, además de algunos metros de cuerda, cordón o hilo resistente para afirmar la cubierta que realicemos. Si no nos importa el peso, también podemos incluir un hacha pequeña o un machete o bien una sierra plegable.
Estableciendo el lugar del refugio
El campamento o la zona de refugio, lo debemos establecer, dentro de lo que nos sea posible, en una zona seca, que este situada en una protuberancia, no en la zona más baja de los alrededores. En un pie de monte por ejemplo no nos acomodaremos,  puesto que de esa manera evitaremos el agua que escurra por la ladera y pueda causar una inundación en la zona de acampada. Al estar en un lugar con cierta altura, tendremos una perspectiva mejor de la zona en la que nos encontramos, para situarnos y orientarnos.  
Este lugar ha de quedar lejos de pantanos, ciénagas, de aguas estancadas en definitiva, pero no alejado de algún manantial, fuente o río, que nos servirá de reserva de agua. Con estas precauciones, alejamos la molestia de mosquitos y otros habitantes de sitios húmedos. 
Tenemos que observar los vientos predominantes del lugar donde nos encontremos, para que nuestro campamento quede al abrigo de los mismos. 
Procuraremos evitar las zonas cercanas a las laderas, como ya hemos dicho, pues suponen un riesgo en caso de lluvia, también los cauces de ríos secos, ya que en cuestión de minutos o de horas pueden traer gran cantidad de agua y podríamos ser arrastrados por la riadas, sin que hayamos advertido la lluvia, puesto que podría haber llovido a una distancia considerable de nuestra posición.
También es muy importante el observar los alrededores para que, una vez terminada nuestra construcción, no tengamos un hormiguero o un avispero cerca del lugar donde vayamos a dormir o a reposar
En caso de hacer fuego, lo situaremos a una distancia prudencial, para que las llamas no alcancen el lugar donde vayamos a dormir, pero que nos caliente lo suficiente. El humo, nos va a servir para que mantengamos alejados a los mosquitos, aunque las llamas y más su calor pueden atraer a otros visitantes que no quisiéramos recibir.
Otro consejo: si nos encontramos en una zona desértica, hay que aprovecharse de todos los accidentes naturales que puedan proporcionarnos sombra, intentaremos buscar una cueva, revisando previamente su interior por si estuviera ya ocupada por animales de diferentes especies, peligrosas o no. También podríamos usar construcciones abandonadas por nativos, si las hallásemos. Lo principal es poder contar con algo de sombra, ya que esta nos haría más fácil nuestra supervivencia. En selvas, bosques, etc., no tendremos ese problema. 
Es importante tener en cuenta un buen aislamiento del suelo: un colchón de hojas puede tener doble utilidad al aislar y mantener el calor, además de servirnos para dormir mas blando, cómodos y suave.
Tipos de refugios
Vehículo 
Es posible que suframos un accidente con el vehículo en el que viajemos, ya sea un coche, furgoneta, SUV, camión, autobús o avión/avioneta, y de esta manera se nos presente un desafío para sobrevivir.
La carrocería del vehículo podría estar habitable, y se podría transformar en un buen refugio. En el caso de que no nos pudiese servir por los daños sufridos, tendremos que mirar que materiales nos serán útiles. Si llevamos algún periódico, los usaremos para tapar las ventanas, si se hubieran roto los cristales, puesto que son unos excelentes aislantes y nos protegerán del frío exterior. Para hacer fuego y no tenemos ningún encendedor ni fósforos, empaparemos un retal de tela, algún papel, la goma-espuma de los asientos  o cualquier otro material con gasolina y haciendo chispas con los bornes de la batería conseguiríamos encender una llama. Al añadir al fuego el aceite de motor y parte de los neumáticos, obtendremos un humo negro que servirá para señalizar nuestra posición a los equipos de rescate.
Refugios naturales
Estos son refugios que nos brinda la naturaleza y cuya construcción requiere poco o ningún esfuerzo por nuestra parte. Aprovecharemos las hendiduras y oquedades de rocas, cuevas, formaciones del terreno y de la vegetación. El hueco en una pared rocosa que nos puede proteger de la lluvia y el viento y si además nos ofrece el no correr ninguno de los riesgos por desprendimientos es lo mejor. Sólo tendremos que recoger algo de vegetación y preocuparnos de construir un lecho seco y cómodo con lo recolectado.
Refugios improvisados
Son los que construimos con los materiales que encontramos en la naturaleza o bien que podamos llevar en nuestra mochila, de esta manera se nos brinda varias opciones de refugios.
Refugio con tarp, poncho o lona de rafia.
Si disponemos de una lona de rafia de plástico, un tarp o un poncho lo suficientemente grande, con todos estos elementos, de forma individual o combinados, es posible improvisar un refugio tensando una cuerda entre dos árboles y colocando la tela como una tienda de campaña clásica. En los extremos envolveremos unas piedras que luego sujetaremos con unas horquillas de madera o las anudaremos y las afirmaremos con cuerdas y piquetas y con unos palos resistentes. Si cavamos una zanja alrededor evitaremos que nos anegue el agua en caso de lluvia o tormenta.
A un agua
El más clásico y conocido de todos los refugios que podemos conocer en cuestión de supervivencia. Utilizaremos un armazón de madera, pero si nos servimos de uno o dos árboles como columnas nos ahorraremos mucho trabajo y esfuerzo y el refugio ganará en solidez y resistencia. En climas templados y fríos emplazaremos delante de este refugio un fuego para calentarnos con un reflector de troncos detrás para aprovechar mejor el calor. Es muy importante que tengamos en cuenta la dirección en la que sopla o puede soplar el viento, si no queremos terminar ahumados o llenos de cenizas. La techumbre la cubriremos de materia vegetal. En algunas zonas tropicales es fácil encontrar grandes hojas con las que construir una cubierta impermeable si las ensamblamos como si fueran tejas. También se puede tejar con trozos de corteza o cañas de bambú cortadas por la mitad. Si estamos en un clima templado, con cubrir de hierba seca y paja, si tenemos acceso a ello y si es lo suficientemente grueso, también nos proporcionara  impermeabilidad y aislamiento.
Refugio con un árbol caído
Cuando nos encontremos con un árbol caído, tendremos que cortar algunas ramas para hacer un hueco en la copa. Será un refugio acogedor y, si el árbol es frondoso, nos protegerá del viento, pero no de las precipitaciones que pudieran caer. Si este árbol estuviera seco, tendríamos que recubrirlo con alguna vegetación para suplir la falta de hojas.
Refugio con soporte de ramas en forma de A
Es otro refugio también bastante conocido y clásico dentro de la supervivencia y del campismo, que ofrece más abrigo y protección que el cobertizo "a un agua". Se construye un armazón de palos que adoptan la forma de la estructura de una tienda de campaña canadiense tradicional o de una A. Debemos cubrirla con una capa de ramas y hojas grandes, si las hubieran, a modo de tejas, y por encima de éstas una capa de hierba, hojarasca, ramas que no perforen las tejas para evitar que el viento nos levante el techo.
Refugio de tronco
Si optamos por esta formula para construir nuestro refugio, sería  apropiado para que pasemos del trance inicial y enseguida nos pongamos a construir otro tipo de cobertizo. Procuraremos pasar un periodo corto de tiempo, puesto que el reposar aquí es bastante incómodo, a no ser que el tronco caído conste  gran diámetro. El refugio básicamente consiste en un sencillo cobertizo que lo construiremos tan solo apoyando una serie de ramas sobre un tronco caído y esta estructura la cubriremos con los materiales que tengamos ya indicados con anterioridad. El problema que presenta este tipo de refugio podrán ser los insectos que viven asociados a este tronco caído, así como la incomodidad para el descanso.
Plataforma con tela mosquitera
Esta recomendado para climas tropicales o bien en los templados en época estival. El refugio si lo construimos de esta manera, conseguiremos que estemos aislados del suelo y también nos protegerá de insectos no deseados.  Si se cubre con un techo, además, nos protegerá de la lluvia. El sitio que usemos para reposar, lo cubriremos con hojas de palmera, en el caso de estar en el trópico u otros materiales en el caso de estar en verano en un bosque.
El lecho
Es lo fundamental de nuestro refugio. Debe de ser blando, seco, horizontal y caliente, en zonas templadas y en el desierto procuraremos que sea fresco. Esto lo conseguiremos escogiendo un buen emplazamiento, deberemos apartarnos de zonas con humedad, retiraremos ramas, elementos y piedras que se encuentren en el suelo, y  nos aislaremos bien de la tierra cubriéndola con hojarasca, plantas, helechos, mantas, ropa, etc.
Refugios en climas extremos
En el desierto
Lo más importante en el desierto es que debemos protegernos del sol y del calor. De otros elementos de los que nos tenemos proteger  son las tormentas de arena y las, bajadas drásticas de las temperaturas durante la noche. En entornos desérticos estas debemos evitar la mayor perdida de agua que podamos.
Es recomendable hacer una trinchera en el suelo para enterrarse y de esta manera minimizaremos las pérdidas de agua y nos protegeremos del sol. Si disponemos de algún tipo de toldo  o tela deberemos cubrirnos con ella. Cuando vayamos a  construir un refugio o desplazarse a cualquier lugar tendremos que hacerlo en las horas en que las temperaturas sean más benignas, es decir, al amanecer o bien al atardecer. 
Para hacer nuestro refugio en un desierto, deberemos excavar una trinchera, puesto que las temperaturas a varios centímetros de la superficie suelen ser inferiores, además esa zanja que realicemos, a ser posible lo cubriremos con una tela, poncho o tarp para que nos proporcione sombra y nos proteja de los rayos solares.
En la nieve
Si el termómetro marca temperaturas bajo cero, el estar refugiados será lo que condicione nuestra supervivencia y el construir un refugio se convertirá en nuestra prioridad principal. Debemos recordar que si sopla viento, la sensación térmica disminuye y empeora la situación en condiciones de bajas temperaturas. Al estar refugiados y protegidos, podremos retener mejor nuestro propio calor corporal y el que podamos obtener por medio de otros medios, como velas, hornillos, fuegos, etc. que podamos usar. Ante todo, necesitamos estar al resguardo de corrientes de aire y que nuestro refugio no sea muy grande. Así pues procuraremos que sea pequeño pero confortable.

Cueva de nieve
En el caso de encontrarnos en una región fria, una oquedad en la nieve será, después del iglú (que ya haremos una entrada de como construirlo), el mejor refugio para zonas frías. Tan solo es necesario tener una pala o algo que nos sirva para excavar como un plato o un palo en forma de escoba en un lugar en el que veamos un montón de nieve acumulada. Tenemos que cavar una cueva no muy grande, con un plataforma para tumbarnos a unos 35-40 centímetros del suelo, a unos 55-60 centímetros haremos otra plataforma, en el caso de que tengamos un infernillo para cocinar, de llevar comida.
Una de las cosas más importante es el realizar un agujero de ventilación en la parte superior y otro en el bloque de hielo o nieve compactada que sirva de puerta. La pala o el elemento que hayamos usado para su construcción, deberemos de mantenerlo en el interior del refugio, en el caso de que por la noche haya caído otra nevada, y la necesitemos salir de él a la mañana siguiente. Con prender una simple vela, de las llamadas de té, o alguna que llevemos, en el interior de este refugio vamos a lograr que la temperatura del interior aumente varios grados y la estancia será un poco más confortable y agradable.
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En siguientes entradas os contaremos como buscar, construir, montar y hacer refugios, con mayores explicaciones, y en profundidad, para no usarlos solo en circunstancias extremas, sino para que nos sirvan también para nuestras salidas a la naturaleza, sin peligros o riesgos añadidos.


miércoles, 4 de noviembre de 2015

Privilegiados

Pensando en esto de la supervivencia, el Bushcraft y el campismo, ante las oleadas de noticias que nos llegan sobre catástrofes naturales, contra lo que no podemos hacer nada, excepto el estar preparados, muchas veces me pregunto si somos una especie de privilegiados.
Es posible que lo seamos, puesto que nos preparamos y Equipamos "para..." y "por si...", en un hipotético caso, tengamos que tener a mano un conjunto de elementos que nos ayuden a sobrevivir.
Algunas veces, si tuviera que enfrentarme a una situación de supervivencia real, y no las salidas que hacemos con todo nuestro equipo de marca... porque no creó que un infiernillo de la marca tal o cual, ultraligero y absorbente, sirva de algo cuando la bombonita de gas se acabe, ¿qué hacer entonces? ¿soplar o frotar dos palos para que funcione? Creo que hay que ser más autosuficientes, las pastillas de "crack fuego" nos gustan a todos, pero cuando ya se acaben y no quede nada del mundo que conocemos, ¿dónde vamos a conseguirlas para reponerlas en nuestro equipo?
Nuestras salidas son un simple paseo por la naturaleza, nos sirven para "probar equipo", están muy bien esas pruebas y salidas, además de demostrarnos a nosotros mismos que podemos dormir al raso en medio de un lugar en mayor o menor medida hostil. Pero la duda que me atenaza casi siempre es: ¿aguantaría mucho tiempo estando así? porque esta muy bien eso de llevar "raciones del ejército español" menú A o el B, junto con el menú de desayuno; si no, llevamos el paquete con el laterío, nos lo montamos nosotros mismos que en cualquier supermercado hay "fabada litoral" y otros platos de los menús, por otro lado, tira una semana de bote, como más de uno que lo hemos sufrido en el servicio militar obligatorio a la patria... más conocido por "la mili". A parte de la cuestión de las viandas... ¿sabemos que hacer con un bicho cuando lo cacemos o pesquemos? ¿sabemos pescar o cazar? porque todo el mundo lleva kits de pesca en su pouch EDC o en su lata, pero ¿qué hacemos con eso? Como se usa tan a menudo...
Otra cosa que siempre pienso, es la cuestión del agua, las pastillas potabilizadoras están muy bien, pero cuando se terminen y el mundo siga patas arriba, ¿de dónde las sacaremos para purificar agua? o podemos usar un filtro, que también esta muy bien, pero cuando nos bebamos los mil litros que filtra ¿a donde iremos a buscar otro?
Con todo esto, sólo quiero llamar la atención sobre cosas para sobrevivir, que están muy bien y son muy buenas, pero un kit de Bear Grylls no te salvara el pescuezo por ser de marca o porque lo recomiende un medio actor especialista que no sobrevive puesto que le ayudan, pero eso es otra discusión. También decir, que si miras esos elementos con lupa, ves que son de oriente, de la fábrica del mundo, es decir China, y que si se busca un poco se pueden encontrar lo mismo que tiene ese kit, a un precio razonable y con la misma o igual calidad que cualquier producto de marca. Al fin de cuentas, no sabemos lo que es importante si salvar el tipo, pasarlo bien en la naturaleza o prepararnos para una catástrofe mundial y tener que montarnos un refugio acogedor más que ir de nomadeo con el tarp acuestas.
Así, con todo esto, sólo nos queda pensar que somos unos privilegiados de poder disfrutar de la naturaleza de una forma más pura, con la seguridad y la tranquilidad que da el sentimiento de volver a nuestro hogar y que después de pasar unos días durmiendo a la intemperie seguiremos durmiendo, arropados en nuestras camas soñando con los pocos lugares que aún quedan salvajes, no lejos de nuestra casa, y que en cualquier momento podemos volver a ellos.

domingo, 1 de noviembre de 2015

El Contenido de un Botiquín Básico

Cuando realicemos cualquier salida, ya sea a la naturaleza, vayamos de paseo, salgamos a caminar a la montaña o bien nos vayamos de viaje, es conveniente llevar un botiquín con lo necesario para realizar pequeñas curas y solventar cualquier ligero problema de salud, con el que nos podamos encontrar. 
En toda casa, lugar de trabajo e, incluso, en el coche, es necesario tener un botiquín de primeros auxilios, pues son sitios donde ocurren pequeños accidentes. Pero un botiquín bien hecho tiene sus normas y sus medicamentos y materiales imprescindibles. La diferencia entre el que se tiene en una residencia y el que se puede llevar en el coche, en una bolsa o en la mochila, es que hay que tener especial cuidado con los fármacos y antisépticos, puesto que al estar expuestos a temperaturas muy altas o bajas, es posible que afecten a su eficacia o integridad.
Qué debe tener un botiquín de primeros auxilios
Cualquier caja limpia y espaciosa sirve como contenedor para el botiquín, siempre que tenga el material indispensable y necesario.

Material de curas:
    • Tiritas de diferente tamaño.
    • Puntos de aproximación.
    • Esparadrapo hipoalergénico ancho y estrecho.
    • Gasas y compresas estériles.
    • Antiséptico de clorhexidina (al 1%).
    • Suero Fisiológico 0,9% para irrigación y limpieza de heridas.
    • Guantes desechables, estériles y normales.
    • Alcohol etílico de 96º.
    • Agua Oxigenada.
    • Betadine.


    Vendajes:

    • Vendas de distintos tamaños, longitudes y materiales (de gasa, elásticas, etc.).

    Medicamentos:
    • Antitérmicos / analgésicos (paracetamol) para la fiebre y el dolor.
    • Antipiréticos, para la fiebre muy alta, producida por infección.
    • Antiinflamatorios para golpes y torceduras orales (ibuprofeno) y tópicos.
    • Antiácidos (para la acidez de estómago).
    • Antieméticos (para las náuseas y vómitos).
    • Antiistaminicos (para alguna irritación o urticaria, por reacción alérgica).
    • Pomadas para quemaduras (sulfadiacina, nitrofurazona, etc.).
    • Pomadas para picaduras de insectos.
    • Solución oral rehidratante.

    Además de llevar medicamentos basicos, deberemos incorporar, la medicación propia que necesitemos, en caso de tener un tratamiento prolongado o una dolencia crónica (asma, diabetes insulinodependiente, etc.).

    Varios:
    • Manual de Primeros Auxilios Básicos.
    • Termómetro digital/cromático.
    • Tijeras y pinzas.
    • Antiséptico para manos.
    • Bolsas de frío y calor instantáneo.
    • Jeringas de diferentes tamaños.

    Recomendaciones:

    • Revisar su contenido varias veces al año.
    • Reponer los medicamentos gastados.
    • Sustituir los elementos caducados.
    • Se puede poner el número de teléfono de: Emergencias (dependiendo del país, 911, 112) el del Centro de Atención Primaria de cada uno y el del Centro de Información Toxicológica de España (915620420).

    En siguientes entradas en este blog, iremos exponiendo diferentes técnicas de Primeros Auxilios, debido a que son muy necesarias conocerlas en caso de accidente o enfermedad o dolencia que se pueda presentar en algún lugar remoto y apartado de la naturaleza, siendo necesarios para mantener la vida a salvo en caso de percance.