domingo, 15 de noviembre de 2015

Cuchillos CIMA Serie G

Siguiendo con los cuchillos CIMA en esta ocasión os vamos a presentar algunos de la  serie G, con la misma o mejor calidad en los aceros de la serie 1 y con unos acabados y diseños muy atractivos.
Realmente a sido todo una grata sorpresa el descubrimiento esta marca para nosotros y lo más sorprendente su relación calidad/ precio, estando a la altura de cualquier otra marca de filos para la supervivencia con características parecidas.
Sin más os presentamos estas herramientas para nuestras salidas.
CIMA G05

Este cuchillo CIMA esta pensado para ser usado en la naturaleza, de camping, en escaladas, es decir, para la aventura.
Esta fabricado con acero D2, my duradero y resistente, podemos decir que su dureza llega a 62HRC y puede soportar un trabajo duro bastante tiempo. Debido a un tratamiento de calentado y enfriado, le dan una templanza al acero de este filo para que su dureza aguante mucho tiempo y nunca se debilite con las tareas que realicemos con él. Puesto que es resistente a la corrosión, se puede usar en diferentes condiciones y ambientes, cuenta con un saliente rompeventanas por el que se le puede pasar un cordón fiador y su funda de transporte esta hecha en Kydex, bastante resistente, con pinza de sujeción para el cinturón.





ficha técnica:
Mango: G10  
Hoja: Acero D2
Resistencia:  62 HRC. 
Color: Negro. 
Filo: Liso. 
Longitud Total: 22,8 cm. 
Longitud de la Hoja: 9,8 cm. 
Longitud del Mango: 13 cm. 
Peso: 260 gr.

CIMA G07


El filo del CIMA G07 esta fabricado en acero 9Cr18MoV de filo liso (aunque existe otro cuchillo con parte del filo serrado), lo que le proporciona una gran resistencia, perfecto para la supervivencia, el campismo y el bushcraft en la naturaleza. La hoja hecha con la aleación  9Cr18MoV, está muy afilada y es bastante resistente al uso. Además el metal tiene proceso de lavado en piedras y de calentamiento/enfriamiento del metal para su templanza, todo ello le proporciona una dureza que llega al nivel 62HRC. El mango del cuchillo esta fabricado en G10 que le da dureza, resistencia a la corrosión y aislamiento de la humedad y de otros elementos, infatigable al uso. Además el diseño en forma de pez del mango, le hace que sea antideslizante y muy original. Sería una buena elección para salidas a la naturaleza y para la supervivencia, en todas sus variantes. El mango también posee un final para ser usado como rompe cocos, así como para incorporarle un cordón fiador. Esta herramienta viene con una funda realizada en Kydex, con un clip de presión para llevarlo agarrado al cinturón durante nuestras salidas a la naturaleza. 

ficha técnica:
Mango:  G10  
Hoja: Acero 9Cr18MOV
Resistencia:  62 HRC. 
Color: Negro. 
Filo: Liso. 
Longitud Total: 21,6 cm. 
Longitud de la Hoja: 9,6 cm. 
Longitud del Mango: 12 cm. 
Peso: 200 gr.



CIMA G08

El acero utilizado para la manufactura de este contundente filo, pero ligero a su vez, es D2, para un uso de extrema dureza en exteriores, salidas a la naturaleza, campismo, senderismo, bushcraft y supervivencia.
Es un cuchillo muy afilado y este resiste un trabajo extremo, debido  al  proceso de enfriado/calentado para templar el acero que se usa en este cuchillo, le da una dureza que llega a sobrepasar el grado 62HRC, llegando a los 5 mm. de grosor en su parte superior, lo que le da resistencia para batonear con él.
Cuenta con un una empuñadura realizada en G10 que le proporciona bastante agarre, lo protege contra la corrosión y es un material que resiste muy bien el uso continuo.
El diseño de este cuchillo le configura unas formas muy bonitas, artisticas y es muy usable. Lo encontramos con un filo color gris y en otro plateado.
El mango cuenta con un agujero para pasarle un cordón fiador, pero no cuenta con rompeventanas. También cuenta con un marcado para que sea antideslizante para que no nos preocupemos de que se nos pueda resbalar.
Su funda esta fabricada con Kydex de 2 mm., con resistencia a la humedad, al calor y a las más duras condiciones de uso.
Es sin duda una gran elección, ya que se trata del "buque insignia" de la casa CIMA, para nuestras salidas al campo, travesias por la naturaleza, el bushcraft y para la supervivencia.

ficha técnica:
Mango:  G10 Antideslizante.
Hoja: Acero D2 
Resistencia:  62 HRC. 
Color: Gris, Plateado. 
Filo: Liso. 
Longitud Total:  20 cm. 
Longitud de la Hoja: 9,4 cm. 
Longitud del Mango: 10,6 cm.
Peso: 150 gr.

Aquí tenéis un vídeo de CHRISRJONES974 donde se puede ver en acción el cuchillo CIMA G07, siguen sin estar pelando una manzana precisamente. 


Si estáis interesados en la adquisición de estos cuchillos tan interesantes, a unos precios más que asequibles y con una dureza y resistencia como cualquier otro, os dejo unos links donde los encontraréis: 
CIMA G 05 
CIMA G 07 
CIMA G 08 Plateado 
CIMA G 08 Gris
En próximas entradas seguiremos hablando de CIMA como marca cuchillos, de otros modelos que nos nos gustan tanto por su diseño, pero si por sus calidades, que nos encantan, puesto que las que presentan son también excepcionales a unos precios razonables y asequibles, por lo tanto la relación calidad/precio es bastante buena y nada despreciable.

domingo, 8 de noviembre de 2015

¿Por qué Refugiarnos?


La función principal que tiene un refugio es el de protegernos de los peligros que puedan surgir en la naturaleza y de sus inclemencias, bien sea lluvia, viento, nieve o el propio Sol o nos puede proteger de los ataques de ciertos animales en su medio natural. 
Por otra parte, un calor extremo puede producir un síncope o quizás un golpe de calor; por el contrario, el exceso de frío nos puede producir alguna hipotermia y/o congelaciones. 
En las zonas pantanosas es posible que los mosquitos nos produzcan bastantes picaduras y si nos mojamos mientras dormimos podemos padecer una pulmonía, aparte de la incomodidad por las ropas húmedas, la falta de descanso y el golpe contra la moral que nos derrumbaría y en cierto modo nos hundiría.
El refugio bien hecho, además de protegernos de todo lo anterior, proporciona cierta comodidad, seguridad y nos refuerza de manera psicológica. 
Lo que construyamos para refugiarnos dependerá de nuestras necesidades del momento, del tiempo que vamos a permanecer en ese lugar y de las herramientas que dispongamos. Tendríamos que incluir siempre en nuestro equipo: una buena navaja táctica, un cuchillo para bushcraft y un tarp, un poncho o una lona de rafia de 2x2 metros, más o menos, que ocupan poco, son ligeros y nos proporciona un techo impermeable, además de algunos metros de cuerda, cordón o hilo resistente para afirmar la cubierta que realicemos. Si no nos importa el peso, también podemos incluir un hacha pequeña o un machete o bien una sierra plegable.
Estableciendo el lugar del refugio
El campamento o la zona de refugio, lo debemos establecer, dentro de lo que nos sea posible, en una zona seca, que este situada en una protuberancia, no en la zona más baja de los alrededores. En un pie de monte por ejemplo no nos acomodaremos,  puesto que de esa manera evitaremos el agua que escurra por la ladera y pueda causar una inundación en la zona de acampada. Al estar en un lugar con cierta altura, tendremos una perspectiva mejor de la zona en la que nos encontramos, para situarnos y orientarnos.  
Este lugar ha de quedar lejos de pantanos, ciénagas, de aguas estancadas en definitiva, pero no alejado de algún manantial, fuente o río, que nos servirá de reserva de agua. Con estas precauciones, alejamos la molestia de mosquitos y otros habitantes de sitios húmedos. 
Tenemos que observar los vientos predominantes del lugar donde nos encontremos, para que nuestro campamento quede al abrigo de los mismos. 
Procuraremos evitar las zonas cercanas a las laderas, como ya hemos dicho, pues suponen un riesgo en caso de lluvia, también los cauces de ríos secos, ya que en cuestión de minutos o de horas pueden traer gran cantidad de agua y podríamos ser arrastrados por la riadas, sin que hayamos advertido la lluvia, puesto que podría haber llovido a una distancia considerable de nuestra posición.
También es muy importante el observar los alrededores para que, una vez terminada nuestra construcción, no tengamos un hormiguero o un avispero cerca del lugar donde vayamos a dormir o a reposar
En caso de hacer fuego, lo situaremos a una distancia prudencial, para que las llamas no alcancen el lugar donde vayamos a dormir, pero que nos caliente lo suficiente. El humo, nos va a servir para que mantengamos alejados a los mosquitos, aunque las llamas y más su calor pueden atraer a otros visitantes que no quisiéramos recibir.
Otro consejo: si nos encontramos en una zona desértica, hay que aprovecharse de todos los accidentes naturales que puedan proporcionarnos sombra, intentaremos buscar una cueva, revisando previamente su interior por si estuviera ya ocupada por animales de diferentes especies, peligrosas o no. También podríamos usar construcciones abandonadas por nativos, si las hallásemos. Lo principal es poder contar con algo de sombra, ya que esta nos haría más fácil nuestra supervivencia. En selvas, bosques, etc., no tendremos ese problema. 
Es importante tener en cuenta un buen aislamiento del suelo: un colchón de hojas puede tener doble utilidad al aislar y mantener el calor, además de servirnos para dormir mas blando, cómodos y suave.
Tipos de refugios
Vehículo 
Es posible que suframos un accidente con el vehículo en el que viajemos, ya sea un coche, furgoneta, SUV, camión, autobús o avión/avioneta, y de esta manera se nos presente un desafío para sobrevivir.
La carrocería del vehículo podría estar habitable, y se podría transformar en un buen refugio. En el caso de que no nos pudiese servir por los daños sufridos, tendremos que mirar que materiales nos serán útiles. Si llevamos algún periódico, los usaremos para tapar las ventanas, si se hubieran roto los cristales, puesto que son unos excelentes aislantes y nos protegerán del frío exterior. Para hacer fuego y no tenemos ningún encendedor ni fósforos, empaparemos un retal de tela, algún papel, la goma-espuma de los asientos  o cualquier otro material con gasolina y haciendo chispas con los bornes de la batería conseguiríamos encender una llama. Al añadir al fuego el aceite de motor y parte de los neumáticos, obtendremos un humo negro que servirá para señalizar nuestra posición a los equipos de rescate.
Refugios naturales
Estos son refugios que nos brinda la naturaleza y cuya construcción requiere poco o ningún esfuerzo por nuestra parte. Aprovecharemos las hendiduras y oquedades de rocas, cuevas, formaciones del terreno y de la vegetación. El hueco en una pared rocosa que nos puede proteger de la lluvia y el viento y si además nos ofrece el no correr ninguno de los riesgos por desprendimientos es lo mejor. Sólo tendremos que recoger algo de vegetación y preocuparnos de construir un lecho seco y cómodo con lo recolectado.
Refugios improvisados
Son los que construimos con los materiales que encontramos en la naturaleza o bien que podamos llevar en nuestra mochila, de esta manera se nos brinda varias opciones de refugios.
Refugio con tarp, poncho o lona de rafia.
Si disponemos de una lona de rafia de plástico, un tarp o un poncho lo suficientemente grande, con todos estos elementos, de forma individual o combinados, es posible improvisar un refugio tensando una cuerda entre dos árboles y colocando la tela como una tienda de campaña clásica. En los extremos envolveremos unas piedras que luego sujetaremos con unas horquillas de madera o las anudaremos y las afirmaremos con cuerdas y piquetas y con unos palos resistentes. Si cavamos una zanja alrededor evitaremos que nos anegue el agua en caso de lluvia o tormenta.
A un agua
El más clásico y conocido de todos los refugios que podemos conocer en cuestión de supervivencia. Utilizaremos un armazón de madera, pero si nos servimos de uno o dos árboles como columnas nos ahorraremos mucho trabajo y esfuerzo y el refugio ganará en solidez y resistencia. En climas templados y fríos emplazaremos delante de este refugio un fuego para calentarnos con un reflector de troncos detrás para aprovechar mejor el calor. Es muy importante que tengamos en cuenta la dirección en la que sopla o puede soplar el viento, si no queremos terminar ahumados o llenos de cenizas. La techumbre la cubriremos de materia vegetal. En algunas zonas tropicales es fácil encontrar grandes hojas con las que construir una cubierta impermeable si las ensamblamos como si fueran tejas. También se puede tejar con trozos de corteza o cañas de bambú cortadas por la mitad. Si estamos en un clima templado, con cubrir de hierba seca y paja, si tenemos acceso a ello y si es lo suficientemente grueso, también nos proporcionara  impermeabilidad y aislamiento.
Refugio con un árbol caído
Cuando nos encontremos con un árbol caído, tendremos que cortar algunas ramas para hacer un hueco en la copa. Será un refugio acogedor y, si el árbol es frondoso, nos protegerá del viento, pero no de las precipitaciones que pudieran caer. Si este árbol estuviera seco, tendríamos que recubrirlo con alguna vegetación para suplir la falta de hojas.
Refugio con soporte de ramas en forma de A
Es otro refugio también bastante conocido y clásico dentro de la supervivencia y del campismo, que ofrece más abrigo y protección que el cobertizo "a un agua". Se construye un armazón de palos que adoptan la forma de la estructura de una tienda de campaña canadiense tradicional o de una A. Debemos cubrirla con una capa de ramas y hojas grandes, si las hubieran, a modo de tejas, y por encima de éstas una capa de hierba, hojarasca, ramas que no perforen las tejas para evitar que el viento nos levante el techo.
Refugio de tronco
Si optamos por esta formula para construir nuestro refugio, sería  apropiado para que pasemos del trance inicial y enseguida nos pongamos a construir otro tipo de cobertizo. Procuraremos pasar un periodo corto de tiempo, puesto que el reposar aquí es bastante incómodo, a no ser que el tronco caído conste  gran diámetro. El refugio básicamente consiste en un sencillo cobertizo que lo construiremos tan solo apoyando una serie de ramas sobre un tronco caído y esta estructura la cubriremos con los materiales que tengamos ya indicados con anterioridad. El problema que presenta este tipo de refugio podrán ser los insectos que viven asociados a este tronco caído, así como la incomodidad para el descanso.
Plataforma con tela mosquitera
Esta recomendado para climas tropicales o bien en los templados en época estival. El refugio si lo construimos de esta manera, conseguiremos que estemos aislados del suelo y también nos protegerá de insectos no deseados.  Si se cubre con un techo, además, nos protegerá de la lluvia. El sitio que usemos para reposar, lo cubriremos con hojas de palmera, en el caso de estar en el trópico u otros materiales en el caso de estar en verano en un bosque.
El lecho
Es lo fundamental de nuestro refugio. Debe de ser blando, seco, horizontal y caliente, en zonas templadas y en el desierto procuraremos que sea fresco. Esto lo conseguiremos escogiendo un buen emplazamiento, deberemos apartarnos de zonas con humedad, retiraremos ramas, elementos y piedras que se encuentren en el suelo, y  nos aislaremos bien de la tierra cubriéndola con hojarasca, plantas, helechos, mantas, ropa, etc.
Refugios en climas extremos
En el desierto
Lo más importante en el desierto es que debemos protegernos del sol y del calor. De otros elementos de los que nos tenemos proteger  son las tormentas de arena y las, bajadas drásticas de las temperaturas durante la noche. En entornos desérticos estas debemos evitar la mayor perdida de agua que podamos.
Es recomendable hacer una trinchera en el suelo para enterrarse y de esta manera minimizaremos las pérdidas de agua y nos protegeremos del sol. Si disponemos de algún tipo de toldo  o tela deberemos cubrirnos con ella. Cuando vayamos a  construir un refugio o desplazarse a cualquier lugar tendremos que hacerlo en las horas en que las temperaturas sean más benignas, es decir, al amanecer o bien al atardecer. 
Para hacer nuestro refugio en un desierto, deberemos excavar una trinchera, puesto que las temperaturas a varios centímetros de la superficie suelen ser inferiores, además esa zanja que realicemos, a ser posible lo cubriremos con una tela, poncho o tarp para que nos proporcione sombra y nos proteja de los rayos solares.
En la nieve
Si el termómetro marca temperaturas bajo cero, el estar refugiados será lo que condicione nuestra supervivencia y el construir un refugio se convertirá en nuestra prioridad principal. Debemos recordar que si sopla viento, la sensación térmica disminuye y empeora la situación en condiciones de bajas temperaturas. Al estar refugiados y protegidos, podremos retener mejor nuestro propio calor corporal y el que podamos obtener por medio de otros medios, como velas, hornillos, fuegos, etc. que podamos usar. Ante todo, necesitamos estar al resguardo de corrientes de aire y que nuestro refugio no sea muy grande. Así pues procuraremos que sea pequeño pero confortable.

Cueva de nieve
En el caso de encontrarnos en una región fria, una oquedad en la nieve será, después del iglú (que ya haremos una entrada de como construirlo), el mejor refugio para zonas frías. Tan solo es necesario tener una pala o algo que nos sirva para excavar como un plato o un palo en forma de escoba en un lugar en el que veamos un montón de nieve acumulada. Tenemos que cavar una cueva no muy grande, con un plataforma para tumbarnos a unos 35-40 centímetros del suelo, a unos 55-60 centímetros haremos otra plataforma, en el caso de que tengamos un infernillo para cocinar, de llevar comida.
Una de las cosas más importante es el realizar un agujero de ventilación en la parte superior y otro en el bloque de hielo o nieve compactada que sirva de puerta. La pala o el elemento que hayamos usado para su construcción, deberemos de mantenerlo en el interior del refugio, en el caso de que por la noche haya caído otra nevada, y la necesitemos salir de él a la mañana siguiente. Con prender una simple vela, de las llamadas de té, o alguna que llevemos, en el interior de este refugio vamos a lograr que la temperatura del interior aumente varios grados y la estancia será un poco más confortable y agradable.
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En siguientes entradas os contaremos como buscar, construir, montar y hacer refugios, con mayores explicaciones, y en profundidad, para no usarlos solo en circunstancias extremas, sino para que nos sirvan también para nuestras salidas a la naturaleza, sin peligros o riesgos añadidos.


miércoles, 4 de noviembre de 2015

Privilegiados

Pensando en esto de la supervivencia, el Bushcraft y el campismo, ante las oleadas de noticias que nos llegan sobre catástrofes naturales, contra lo que no podemos hacer nada, excepto el estar preparados, muchas veces me pregunto si somos una especie de privilegiados.
Es posible que lo seamos, puesto que nos preparamos y Equipamos "para..." y "por si...", en un hipotético caso, tengamos que tener a mano un conjunto de elementos que nos ayuden a sobrevivir.
Algunas veces, si tuviera que enfrentarme a una situación de supervivencia real, y no las salidas que hacemos con todo nuestro equipo de marca... porque no creó que un infiernillo de la marca tal o cual, ultraligero y absorbente, sirva de algo cuando la bombonita de gas se acabe, ¿qué hacer entonces? ¿soplar o frotar dos palos para que funcione? Creo que hay que ser más autosuficientes, las pastillas de "crack fuego" nos gustan a todos, pero cuando ya se acaben y no quede nada del mundo que conocemos, ¿dónde vamos a conseguirlas para reponerlas en nuestro equipo?
Nuestras salidas son un simple paseo por la naturaleza, nos sirven para "probar equipo", están muy bien esas pruebas y salidas, además de demostrarnos a nosotros mismos que podemos dormir al raso en medio de un lugar en mayor o menor medida hostil. Pero la duda que me atenaza casi siempre es: ¿aguantaría mucho tiempo estando así? porque esta muy bien eso de llevar "raciones del ejército español" menú A o el B, junto con el menú de desayuno; si no, llevamos el paquete con el laterío, nos lo montamos nosotros mismos que en cualquier supermercado hay "fabada litoral" y otros platos de los menús, por otro lado, tira una semana de bote, como más de uno que lo hemos sufrido en el servicio militar obligatorio a la patria... más conocido por "la mili". A parte de la cuestión de las viandas... ¿sabemos que hacer con un bicho cuando lo cacemos o pesquemos? ¿sabemos pescar o cazar? porque todo el mundo lleva kits de pesca en su pouch EDC o en su lata, pero ¿qué hacemos con eso? Como se usa tan a menudo...
Otra cosa que siempre pienso, es la cuestión del agua, las pastillas potabilizadoras están muy bien, pero cuando se terminen y el mundo siga patas arriba, ¿de dónde las sacaremos para purificar agua? o podemos usar un filtro, que también esta muy bien, pero cuando nos bebamos los mil litros que filtra ¿a donde iremos a buscar otro?
Con todo esto, sólo quiero llamar la atención sobre cosas para sobrevivir, que están muy bien y son muy buenas, pero un kit de Bear Grylls no te salvara el pescuezo por ser de marca o porque lo recomiende un medio actor especialista que no sobrevive puesto que le ayudan, pero eso es otra discusión. También decir, que si miras esos elementos con lupa, ves que son de oriente, de la fábrica del mundo, es decir China, y que si se busca un poco se pueden encontrar lo mismo que tiene ese kit, a un precio razonable y con la misma o igual calidad que cualquier producto de marca. Al fin de cuentas, no sabemos lo que es importante si salvar el tipo, pasarlo bien en la naturaleza o prepararnos para una catástrofe mundial y tener que montarnos un refugio acogedor más que ir de nomadeo con el tarp acuestas.
Así, con todo esto, sólo nos queda pensar que somos unos privilegiados de poder disfrutar de la naturaleza de una forma más pura, con la seguridad y la tranquilidad que da el sentimiento de volver a nuestro hogar y que después de pasar unos días durmiendo a la intemperie seguiremos durmiendo, arropados en nuestras camas soñando con los pocos lugares que aún quedan salvajes, no lejos de nuestra casa, y que en cualquier momento podemos volver a ellos.

domingo, 1 de noviembre de 2015

El Contenido de un Botiquín Básico

Cuando realicemos cualquier salida, ya sea a la naturaleza, vayamos de paseo, salgamos a caminar a la montaña o bien nos vayamos de viaje, es conveniente llevar un botiquín con lo necesario para realizar pequeñas curas y solventar cualquier ligero problema de salud, con el que nos podamos encontrar. 
En toda casa, lugar de trabajo e, incluso, en el coche, es necesario tener un botiquín de primeros auxilios, pues son sitios donde ocurren pequeños accidentes. Pero un botiquín bien hecho tiene sus normas y sus medicamentos y materiales imprescindibles. La diferencia entre el que se tiene en una residencia y el que se puede llevar en el coche, en una bolsa o en la mochila, es que hay que tener especial cuidado con los fármacos y antisépticos, puesto que al estar expuestos a temperaturas muy altas o bajas, es posible que afecten a su eficacia o integridad.
Qué debe tener un botiquín de primeros auxilios
Cualquier caja limpia y espaciosa sirve como contenedor para el botiquín, siempre que tenga el material indispensable y necesario.

Material de curas:
    • Tiritas de diferente tamaño.
    • Puntos de aproximación.
    • Esparadrapo hipoalergénico ancho y estrecho.
    • Gasas y compresas estériles.
    • Antiséptico de clorhexidina (al 1%).
    • Suero Fisiológico 0,9% para irrigación y limpieza de heridas.
    • Guantes desechables, estériles y normales.
    • Alcohol etílico de 96º.
    • Agua Oxigenada.
    • Betadine.


    Vendajes:

    • Vendas de distintos tamaños, longitudes y materiales (de gasa, elásticas, etc.).

    Medicamentos:
    • Antitérmicos / analgésicos (paracetamol) para la fiebre y el dolor.
    • Antipiréticos, para la fiebre muy alta, producida por infección.
    • Antiinflamatorios para golpes y torceduras orales (ibuprofeno) y tópicos.
    • Antiácidos (para la acidez de estómago).
    • Antieméticos (para las náuseas y vómitos).
    • Antiistaminicos (para alguna irritación o urticaria, por reacción alérgica).
    • Pomadas para quemaduras (sulfadiacina, nitrofurazona, etc.).
    • Pomadas para picaduras de insectos.
    • Solución oral rehidratante.

    Además de llevar medicamentos basicos, deberemos incorporar, la medicación propia que necesitemos, en caso de tener un tratamiento prolongado o una dolencia crónica (asma, diabetes insulinodependiente, etc.).

    Varios:
    • Manual de Primeros Auxilios Básicos.
    • Termómetro digital/cromático.
    • Tijeras y pinzas.
    • Antiséptico para manos.
    • Bolsas de frío y calor instantáneo.
    • Jeringas de diferentes tamaños.

    Recomendaciones:

    • Revisar su contenido varias veces al año.
    • Reponer los medicamentos gastados.
    • Sustituir los elementos caducados.
    • Se puede poner el número de teléfono de: Emergencias (dependiendo del país, 911, 112) el del Centro de Atención Primaria de cada uno y el del Centro de Información Toxicológica de España (915620420).

    En siguientes entradas en este blog, iremos exponiendo diferentes técnicas de Primeros Auxilios, debido a que son muy necesarias conocerlas en caso de accidente o enfermedad o dolencia que se pueda presentar en algún lugar remoto y apartado de la naturaleza, siendo necesarios para mantener la vida a salvo en caso de percance.

    viernes, 30 de octubre de 2015

    La Necesidad del Agua

    Como encontrar agua
    Cuando nos encontremos en una situación de supervivencia, después de tratar a los heridos, si los hubiera, lo siguiente que tendríamos que hacer sería dedicarnos a la búsqueda de agua, que suele ser la necesidad más apremiante y la principal.
    Si se diera el caso de que carecemos de una fuente de agua, nuestras esperanzas de vida se cifran en torno a los dos días en el desierto y a algo más de una semana en climas frescos.
    La cantidad de agua que necesitamos ingerir dependerá de la temperatura y humedad del ambiente y de la actividad física que llevemos a cabo, casi nunca será de menos de 2 litros diarios, en condiciones normales. En un entorno desértico se necesitara de unos 10 a 12 litros para llevar una actividad normal en estas condiciones.
    Encontrar agua en las zonas templadas no suele ser difícil puesto que existen cursos de agua y fuentes. En las zonas secas y desérticas la cosa puede complicarse más. Si se excavamos en los lechos secos de ríos o arroyos a veces podríamos encontrar el liquido elemento. La acumulación de vegetación y plantas en un determinado lugar, es una señal de que encontremos agua. Si la zona en la que nos encontramos esta formada por terrenos calcáreos, podemos buscar en el interior de las grutas o alguna caverna. Casi todos los animales también necesitan beber, si observamos sus movimientos a primera hora de la mañana o última de la tarde, nos darán indicaciones de dónde se encuentra la fuente de agua. Ciertas plantas plantas, según la zona geográfica en la que estemos, sólo crecen en zonas con gran cantidad de humedad.
    Construyendo un destilador
    En caso de que no encontremos ninguna fuente de agua aún podemos aprovechar la de la condensación que se produce incluso en los desiertos improvisando un destilador.
    Necesitaremos un plástico de 2 x 2 m. y un cubo u otro recipiente para recoger el agua. Un tubo de plástico para beber sin desmontar el destilador es también muy útil. Con este sistema se dice que podemos obtener entre 0,5 y 1 litro de agua al día. 
    Hay que cavar un hoyo en cuyo fondo colocaremos un recipiente que recibirá el agua de la condensación que se produce en las paredes del plástico con que cubrimos este hoyo. Una piedra en el centro del plástico conducirá las gotas hasta el cubo. El destilador será más efectivo si introducimos plantas en el agujero para aprovechar su humedad. Sin embargo cuando yo lo he hecho no he obtenido más de medio vaso, por lo que su construcción requiere mayor esfuerzo que la recompensa.

    Recolección de rocío

    Si nos dedicamos a la observación de la naturaleza, el principio de la recolección de rocío viene de la acumulación de la humedad de la noche en las telas de araña. Se puede aprovechar el rocío de la noche dejando ropa de algodón o que sea bastante absorbente, aprovechando algún plástico o lata que destile agua a un recipiente (como un vaso, un tarro, una bota), o simplemente arrastrando la ropa temprano al amanecer para recoger el rocío de la noche anterior. Lo mismo ocurre si hay neblina o vapor de agua en el ambiente.

    Peligros del agua
    En muchas zonas de la Tierra, de manera especial en algunas menos desarrolladas, existe un alto riesgo de intoxicación al consumir agua, bien sea por contaminación bacteriana o por ingerir parásitos existentes en ella. También en el mundo desarrollado existe cierto riesgo al consumir agua de ciertos cursos que discurren entre prados que son abonados con purines (excrementos porcinos), altamente contaminantes.
    El consumo de aguas con ciertos elementos patógenos puede producir enfermedades como fiebre tifoidea, cólera o disentería, además de otros trastornos provocados por parásitos, que podemos contraer, no sólo al beber, sino también al bañarnos en aguas estancadas y contaminadas.
    No debemos de beber agua salada, su concentración de sal es tan alta que puede colapsar los riñones y es posible que cause la muerte con fuertes dolores. Tampoco se debe beber orina y no debemos olvidar que las sabias de aspecto lechoso de muchas plantas son, con frecuencia, venenosas.
    Si hemos de beber agua, esta debe ser agua corriente, nunca estancada pues puede tener heces de animales y con ello bacterias y otros organismos peligrosos. Lo mismo si encontramos peces muertos u otros indicadores de que algo va mal con esa agua es mejor no beberla bajo ninguna circunstancia.
    Purificar el agua 
    Si creemos que existe algún riesgo de contaminación, tendremos que purificar el agua con alguno de estos métodos y esperar al menos una hora antes de consumirla. 
    Pastillas potabilizadoras: Es el método más práctico y efectivo al 100%. Consiste en añadir al agua pastillas purificadoras. Estas liberan iones de plata que acaban con los gérmenes, además previenen de nuevas infecciones y no producen daño alguno aunque se sobrepase la dosis recomendad. Se pueden adquirir en cajas con un número variable de pastillas, según sea la cantidad del paquete, para purificar de 1 a 20 litros de agua. Se encuentran con facilidad en casi todas las tiendas de montaña, tiendas deportivas y también por Internet.
    Yodo: Para desinfectar el agua con tintura de yodo usaremos unas 10 gotas por litro. La coloración tarda un rato en desaparecer.
    Lejía: La lejía deja un sabor poco agradable en el agua. Usaremos de 4 a 6 gotas por litro.
    Ebullición: Hervir el agua no termina con todos los gérmenes (el de la hepatitis, por ejemplo, resiste la ebullición), pero acaba con la mayor parte de ellos y con todos los parásitos. Hay que hervirla durante unos 10 minutos. En este caso se puede beber en cuanto enfría.
    Una de las mejores formas para purificar cualquier líquido y dejar solo el agua que este contiene, (La orina por ejemplo o el agua de mar), es hacer hervir el líquido y destilar el vapor en otro recipiente en donde obtendremos agua pura sin peligro de bacterias, concentración de sales o minerales peligrosos para la salud. Hay que tener paciencia y el cuidado que el vapor no escape a otro lugar para no perder el preciado líquido a utilizar.
    Filtrado del agua 
    En ocasiones, la única agua que podremos conseguir será la que se encuentre estancada en charcos, sucia por el barro. Antes de beberla, y si olvidarse del aspecto de la purificación, debemos clarificarla para eliminar las partículas en suspensión.
    La manera más sencilla es dejarla reposar varias horas en un recipiente, y después, con un tubo de plástico o el tallo hueco y flexible de una planta (por ejemplo un nenúfar) traspasarla a otro recipiente situado en una posición más baja.
    También se puede filtrar usando varias capas de tejidos o con arena limpia, ayudándonos de un filtro improvisado con un pedazo de caña de bambú, cuyo extremo, agujereado, taponaremos con unas briznas de hierba.
    Si tenemos dos recipientes a diferente altura y un tejido de algodón o que tenga el mismo grado de capilaridad que este, podemos hacer un filtro que quitará las impurezas del agua en suspensión, pero no la dejara limpia de bacterias y de ciertos elementos patógenos, por lo tanto, después de usar este sistema de filtración, emplearemos cualquiera de los métodos de purificación anteriormente descritos.
    Filtros Purificadores
    Otra manera de conseguir agua para beber con total tranquilidad es usando un filtro purificador de agua.
    Con todo esto, solo nos queda decir que aunque este tipo de filtros tienen una efectividad del 99.99%, no debemos de olvidar los otros métodos de purificación del agua que hemos comentado, puesto que cualquier persona no puede vivir más de 3 días sin este preciado liquido. 
    También deciros que en estos días haremos una revisión de este tipo de filtros y os daremos a conocer algún sitio para poder adquirirlos directamente del fabricante a unos precios razonables y con las mismas propiedades.